Abernathy remembers the first meeting of the Montgomery Improvement Association (Spanish)
Head Note: In the following excerpt, Reverend Ralph Abernathy remembers the first mass meeting of the Montgomery Improvement Association (MIA) at a local Baptist church on the first day of the boycott. After this, the MIA held regular weekly meetings until the boycott ended.
Nosotros, M. L. King y yo, fuimos a la reunión juntos. Estaba chispeando; yo acababa de trabajar en las resoluciones. Me dieron instrucciones: uno, que concluyera la protesta, o, dos, si era necesario, que continuara la protesta hasta que se concediera las pedidas. Habíamos tenido un día de protesta muy exitoso, pero temíamos que, si la extendiéramos más de ese día, podríamos fracasar; tal vez sería mejor terminar la protesta, y luego podríamos usar ese día de protesta como amenaza en las negociaciones futuras. Sin embargo, íbamos a decidir si debíamos continuar según el tamaño del grupo. . . .
Cuando llegamos a veinte cuadros de la iglesia, vimos los coches estacionados sin ningún lugar vacío
. . . cuando llegamos más cerca de la iglesia, vimos la multitud de gente. El Advertisador de Montgomery estimó que había unos 7.000 personas tratando de entrar en una iglesia que acomoda menos de mil. Hicimos unos 15 minutos navegando la multitud, rogando «Por favor, déjennos pasar—somos el reverendo King y el reverendo Abernathy. Por favor, déjennos pasar.». . .
Los que estaban adentro aplaudieron durante cuando menos diez minutos.
Estaba obvio que la gente estaba con nosotros. Fue entonces que todos los pastores que antes se habían negado a participar en el programa se acercaron al reverendo King y a mí ofreciendo sus servicios. Esta expresión de unidad de parte de la gente, claro que fue una inspiración al liderazgo y nos ayudó a deshacernos de lo cobarde, lo submisivo, lo timorato.
Empezamos la reunión cantando «Adelante soldaderos cristianos, haciendo una marcha como a la guerra». . .
La señora Rosa Parks se presentó en la gran reunión porque queríamos que se hiciera un símbolo de nuestro movimiento de protesta. Después de ella, presentamos al señor Daniels, quien, felizmente por nuestra reunión, había sido detenido ese día. . . .La presencia de estas personas creó mucha emoción, dándole ímpetu al movimiento.
Después oímos las resoluciones pidiendo una continuación del boicoteo . . . y fueron adoptadas unánimamente y con mucho entusiasmo por los 7.000 individuos dentro y fuera de la iglesia. . . .
Source: Excerpt from Ralph Abernathy’s thesis for his master’s degree, The Natural History of a Social Movement, 1958. Atlanta, Georgia.